Menudo trabajo acabamos de pasar, hemos vaciado el mueble del salón. Parecían cuatro cosas, pero ¡qué va! Te pones a guardar todo y entre figuritas, copas, vajilla . . . parece que no te van a dar las cajas.
Y después de vaciar el mueble, toca desmontarlo y trasladarlo a lo que a partir de ahora será el salón. Bueno, trasladar el mueble y el sofá, las baldas, las mesas. . . La cocina-salón se convertirá en cocina a secas, el cuarto del ordenador/invitados se convertirá en el nuestro, y nuestro cuarto se convertirá en el salón. Un trabajo de los grandes, pero todo sea por darle un pequeño cuarto al bebé.
Mi hermano ya se encargó de la compra de los materiales para la obra (yeso, escayola, cola, rodapié, enchufes e interruptor, puerta corredera . . .) Por lo que puedo decir que ¡empezamos las obras en casa para el cuarto del pequeño en 3,2,1...!
Y para que te hagas una idea , te pongo una foto de como estaba el salón hasta ayer
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