Esta tarde tengo dentista . . . ¡Qué horror, otra vez me toca aguantar el flúor en mi boca!
Me acompaña el futuro superpapá, cosa que le agradezco un montón, porque aunque sé que en la consulta no voy a pasar por algo doloroso, como que me quiten una muela , me pongo muy nerviosa . Es algo que no puedo evitar, sólo el olor ya me pone mala .
Hablamos de todo un poco mientras esperamos mi turno, entre otras cosas, de esta consulta, que será la última , al menos hasta el año que viene, cuando toque la revisión anual.
Pasa el tiempo, y por fin, llega mi turno. Entramos en la consulta y me tumbo en la camilla .Como en la consulta anterior, me ponen esa especie de protector bucal para boxeadores llena de una pasta asquerosa , el flúor. Lo peor no es su sabor ni su textura, es tener que aguantar minutos con eso en la boca . Trato de concentrarme para no vomitar y acabar con esto cuanto antes.
Se me ha echo eterno, pero una vez más, lo he conseguido, el tiempo ha pasado y me han quitado este aparato de la boca . Ahora tengo que dejar que pase una hora y podré beber agua para refrescarme y quitar este horrible sabor de mi boca .
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Hola, es una historia muy común, pero he de decir que cada vez las visitas a los dentistas no son tan frías ni tan molestas, gracias a los nuevos tratamientos y a la tecnología usada, de todas formas siempre es bueno aprender de los pacientes :)
ResponderEliminarMe alegro de que los tratamientos y todo en general avance. Puede que las que ahora estén embarazadas estén con un tratamiento con el mismo fin pero no tan "asqueroso".
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