Hoy hice "las pruebas" como lo llaman oficialmente, pero de pruebas nada de nada .
El anestesista no se levantó de la silla en ningún momento, no sé, me esperaba que me pesara, midiera, tomara la tensión. . . Se limitó a preguntar y a escribir mis respuestas en el expediente, ya sabes, las preguntas de siempre, ¿de cuántas semanas está?, ¿sufre alguna enfermedad?, ¿está tomando algún tratamiento?, ¿cuanto mide?, ¿cuánto pesa? -Esta me ha hecho mucha gracia, estoy embarazada de 34 +4 sem, de aquí a que de a luz mi peso cambiará y no precisamente unos gramos- , ¿tiene algún tatuaje?
Y eso es todo, ahí se acaba la gran visita a este especialista, con un papel que acredita que estuve en su consulta y sin el que, en caso de parto, no me pondrían la epidural porque no pude responder estas preguntas tan específicas en el hospital (IRONIC MODE ON).
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