Todo marcha bien

Con 15 semanas de gestación toca turno de la segunda cita con mi tocóloga. Después de una mañana de espera en la sala para su consulta -se nota que voy a un médico de  la seguridad social y no a uno privado- llega mi turno. Me pregunta si todo va bien -por suerte así es-, y una vez más toca lo de siempre, ya sabes: me mide la tensión, me pesa ,  y lo que más ilusión nos hace, escuchamos el latido del bebé. Parece que llevo dentro de mi un caballo de carreras que trota galopa por un extenso paraje recién descubierto fuera del aburrido hipódromo. No sé cuantas pulsaciones por minuto latirá el corazón del bebé , pero lo que sí sé es que son muchas, no, muchas no, muchísimas si fuera un adulto, pero siendo un bebé es normal.

La tocóloga hace mucho hincapié en que tome las frutas y verduras bien lavadas -por la toxoplasmosis negativa-.

 Lo cierto es que las  recomendaciones -o normas, como lo quieras llamar- que me están dando, las estoy cumpliendo a raja tabla . Y me está costando, pero ¿qué son 9 meses? Son muchos días de precauciones, de lavar y cocinar bien los productos, de no tomar fuera de casa verduras sin cocinar, de no tocar mi ansiado jamón serrano, mi fuet, mi chorizo . . . ¡Tantas cosas! Y a la vez muy pocas teniendo en cuenta que estos hábitos repercutirán en la salud del bebé.

En resumen, todo marcha bien y eso es lo mejor que una puede esperar.

En cuatro semanas vuelvo a la consulta .

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