¿Por qué será? ¿Qué hace que nuestro cerebro, en cuestión de segundos, nos traslade a vivencias sin importar loa años que hayan pasado?
No lo sé, lo que sí sé es que hay recuerdos que florecen con un simple olor o como ha sido el caso de hoy, un simple gesto. El gesto de romper una judía . Como a diario, Manu quiso ayudarme a preparar la comida . Cuando estaba cortando las puntas y quitando los hilos de las judías mi peque me observaba atento y estaba ansioso por lavarlas. Hasta ahí todo normal hasta que . . .
Hasta que partí una judía y le expliqué: " ves, así es como se parte, ¡coge tú una!". El gesto y el sonido hizo que me trasladara a la cocina de mi madre.
A la mesa estoy con ella y mis hermanos, cada uno se encargaba de una parte. Durante años yo era la encargada de partirlas y hoy mi peque ha tomado el relevo . ¡Cómo disfruto de estos momentos y todo, tras una judía!
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