Manu lleva una semana yendo al cole. Superpapá no pudo estar el primer día de cole, pero sí toda esta semana . Hemos visto la evolución día a día de nuestro pequeño. Tras un primer contacto y contagiado por niños que lloraban a moco tendido y chillaban como si no volvieran a ver a sus padres nunca más, Manu me veía, veía sus pies y volvía a verme. Sólo me soltaba la mano para agarrarse a mi pierna y decirme: "No quiero ir al cole, quiero ir a la mía casa!". Aunque ya le expliqué qué haría en el cole, no quería entrar en razón y el ambiente tampoco ayudaba mucho.
Para él todo es nuevo - ya te comenté en el post anterior que en 35 meses no nos hemos separado nunca, no sabe qué es una guardería , escuela infantil o una niñera-.
Aunque durante los primeros 4 días del período de adaptación -por si te coge desprevenid@, te resumo, son 10 días establecidos por la Consellería de Educación en la que cada colegio adapta el horario y número de alumnos por aula - fueron 12 alumnos durante una hora y media para una profesora y una cuidadora , a Manu tanto griterío y tanta llorera lo asustaban, sobretodo el primer día , que fue arrastrando los pies literalmente cuando iba de la mano de su profesora .
Cada día la profesora llama alumno por alumno para que se acostumbren a formar una fila e ir juntos al aula y a día de hoy sigue habiendo muchos llantos y frases repetitivas como: "¡No quiero ir!".
Resulta que lo que pensé que sería horrible, no lo está siendo. Mi pequeño se hace mayor , aunque me cueste admitirlo. Sabe adaptarse a las nuevas circunstancias más rápido de lo que me esperaba y se va a clase sin que suponga un trauma .
Esta semana me has sorprendido gratamente, mi hombrecito. Como te digo muy a menudo: " ¡Mamá está muy orgullosa de ti!".
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