Hemos disfrutado mucho este verano descubriendo lugares nuevos, exprimiendo al máximo la compañía de los familiares que vemos unas cuantas veces al año, centrándonos en nosotros y
desconectando del trabajo y del mundo virtual. Puedo decir que hemos cargado las pilas!
Tras las vacaciones de verano, llega septiembre con su mítica vuelta al cole y con ella, la normalidad. Toca lo de siempre, los
amados preparativos. A Manu le he probado la ropa del año pasado y le valen muy pocas prendas. Toca
renovación de vestuario. En el cole no usan uniforme, así que puedo seleccionar ropa cómoda, barata y que me entre por los ojos. La peor parte, sin duda , es la de probar ropa . Manu enseguida se cansa, normal, hasta a mi me parece cansino!
Hemos comprado un mandilón nuevo y le han regalado una
mochila y ropa -es lo bueno de cumplir años en septiembre, jiji-. Lo bueno del cole al que va, es que en Infantil trabajan con proyectos, así que abonamos una cantidad de dinero y la profesora se encarga de comprar el material escolar necesario - un quebradero de cabeza que me ahorro-.
Llevamos semanas con horario escolar en cuanto a dormir se refiere, así que mañana cuando despierte a mi peque, no le costará.
Manu tiene ganas de
volver al cole y reencontrarse con sus compañeros. Ahora esa espera se cuenta en horas. Tic, tac, tic, tac . . .
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