Viendo la buena aceptación de mi peque, el viernes le propuse ir a la biblioteca para devolver los libros que nos prestaron y cambiarlos por otros dos. Le gustó la idea . Le insistí mucho en que en la biblioteca no se puede hacer ruido y solo se puede hablar bajito. Captó la idea .
Y allí estábamos los dos, viviendo su primer contacto en una biblioteca llena de chicos estudiando, pasando por pasillos con librerías llenas hasta llegar a la sección infantil. Tuve que recordarle que hablara bajito porque vio un libro y se emocionó: "¡mira mamá!¿llevamos este?".
Decidimos traer a casa "La Calle" de Rocío Martínez -el libro que le llamó la atención- y "El libro de los culitos" de Guido Van Genechten -el que yo le propuse-, ambos de editorial SM
Está encantado con los dos, con el primero reconoce e identifica su entorno, el segundo es muy gracioso y refuerza la idea de hacer pis en el orinal para tener el culito seco -es el que me lleva contando por las noches desde el sábado, ¡me encanta!-.
Está encantado con los dos, con el primero reconoce e identifica su entorno, el segundo es muy gracioso y refuerza la idea de hacer pis en el orinal para tener el culito seco -es el que me lleva contando por las noches desde el sábado, ¡me encanta!-.
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