viernes, 15 de noviembre de 2013

La revelación


Mi marido y yo hemos decidido contar la esperada y feliz noticia: ¡vamos a ser padres! Por el momento la compartiremos sólo con los familiares más allegados.
Primero se lo diremos a mi familia, así que fuimos a casa de mi madre. Cuando estábamos con ella, mi hermana, mi hermano y su novia, les digo mientras me tocaba la barriga en círculo: "¡traigo un regalo!". Sin duda, lo mejor fueron las caras de cada uno. Momento silencio y miradas los unos a los otros, "¿Eh, un regalo?". Vuelvo a tocarme la barriga haciendo un círculo más evidente aún. "¡Ah!¿enserio? venga, ¿qué dices? ¿de verdad, estás embarazada?". Un simple sí, fue suficiente para que nos felicitaran, abrazaran y besaran. Increíblemente mi madre me sorprendió, quedó tan impactada -pensé que alucinaría, pero tanto...- que sólo podía llorar de la emoción y necesitó un momento para levantarse y darnos un achuchón de los que le encantan -de los que te dejan casi sin respiración-. (Mamá si estás leyendo esto, sabes que es así, te lo digo siempre, pero me encanta que me los des, aunque si fueran un poco menos fuertes... mi espalda te lo agradecería). Mi madre sabía el daño que me hacía que me nombraran la palabra embarazo, bebés, maternidad y toda la familia, tras el aborto, así que durante años tuvo la gentileza de no sacar el tema. Lo que menos se esperaba, o eso pienso, es que después de tanto tiempo su hija y yerno le dieran esta noticia. 
Los siguientes en saberlo serán los familiares de mi marido, así que nos vamos derechitos a casa de mis suegros, allí el encargado de dar la noticia es mi marido. Hoy es sábado y toca comida familiar, podría decirlo durante la comida, pero espera a que llegue la hora del café para que también estén presentes sus abuelos. Decide que lo mejor es que la sobrina lea en alto el papel escrito con la revelación, pero como le da vergüenza, acaba leyéndolo mi suegra. En lugar de leerlo en alto para todos como mi marido pidió, primero lo leyó ella y dice  "sí, ¿estás embarazada?". De repente todas las miradas se fijan en mi, y asiento. Preguntan de cuánto tiempo estoy, y al saberlo dicen que no se me nota, enseño mi barriga de perfil y un familiar suelta un "bueno, eso no es nada". Y pienso,¿nada?, llevo semanas ocultando  mi embarazo, no me sirven ni mis vaqueros y dices que no es nada?! Pues esta barriga, no es de comer un cocido tras otro, ni estaba a modo de lorza meses atrás.
Mis cuñados se miran entre ellos y noto algo raro, de hecho al llegar a casa se lo comento a mi marido, pero desde donde él estaba no podía apreciarlo. Serán las hormonas . . .
Mi marido pide "un felicidades, por lo  menos, no?!" Su madre dice: "¡pues claro!", y nos da dos besos y la enhorabuena. Su padre le da la mano al futuro superpapá y nos felicita. El resto nos da la enhorabuena en alto. 
Dejamos claro en casa  de mis suegros y la de mi  madre, que la noticia no podía salir de ahí, seríamos nosotros los encargados de contarlo en persona poco a poco al resto de familiares y amigos.
¡Uf, que peso nos hemos quitado de encima al revelar nuestro secreto!¡Qué bien vamos a dormir esta noche! Bueno . . . hasta que me tenga que levantar por la noche varias veces a hacer pis, claro.

¿Vosotros cómo decidisteis contar la noticia de vuestro embarazo? De forma tradicional, original, ¿os cazaron antes de que pudierais decidir la manera de decirlo? ¡Espero respuestas!

No hay comentarios:

Publicar un comentario