Me puse a navegar por la red en busca de inspiración. Encontré de todo, cosas que no entiendo ni comparto como las historias que acabo de contar en la que un animal se come el chupete, o explicarle a la vuelta de vacaciones -o un lugar especial- que se perdió allí, cortar la tetina para que haga como ventosa en la lengua , echarle picante en la tetina o incluso coser hilos en la tetina .
Libros y otras historias muy chulas pero que con Manu no funcionaría , como la de El Hada de los Chupetes, en la que se hace una ceremonia de despedida. Se ata el chupete a un globo de helio y se suelta hacia el cielo -Manu ni loco dejaría que se fuese su querido chupete volando-. Pensé en modificar esta historia fusionándola con El Ratoncito Pérez, pero con los miedos que tiene como para decirle que un hada va a entrar en su cuarto por arte de magia y se va a llevar su chupete.
Leí un proyecto que me enamoró sobre "Tuttetreet", El Árbol de los Chupetes en Estocolmo. Hace más de 30 años los barrenderos que trabajaban en el parque de Skansen dejaban los chupetes que encontraban colgados de un árbol. A algún padre debió de servirle de inspiración y empezó lo que ahora es una tradición. Los niños dejan allí su último chupete con una cinta o una nota y pueden verlo cuando quieran.
El proyecto se ha ido extendiendo por países nórdicos, atravesó el charco llegando a NY y en nuestro país el primero apareció en Torremolinos (Málaga). Otras ciudades se fueron sumando al proyecto como Logroño, Sevilla, Badajoz, Lérida, Salamanca y Almería .
En Vigo no tenemos ninguno, así que si como primeriz@ quieres ayudarme a impulsar la idea , sería fantástico.





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